El Templo Iridiscente

El Templo Iridiscente

Es un puente hacia lo Divino
Él es el huevo cósmico que contiene los secretos de lo Divino
El Templo Irisé puede contribuir a:
Fomentar el despertar espiritual de la humanidad, y el advenimiento del nuevo humano, así como su importancia para los niños en este proceso.
Nos permite ver lo divino en todo.
Una invitación a ver con los ojos de Dios, a través de los ojos de Dios.
Puede ser una invitación a llevar lo divino a la materia, a la vida cotidiana, a nuestro ser y a nuestras relaciones, nuestras creaciones y nuestros proyectos.

Nos permite ver en la profundidad de las cosas, más allá de la materia, más allá de los distintos planos.

Nos invita a percibir la esencia de lo que está ahí, delante de nosotros.
Para ver la Quintaesencia.
Sólo Dios puede ver realmente todo lo que hay en su interior.

Este templo es como el iris de Dios:
«Es el puente que nos conduce al interior de nosotros mismos.

Revela lo oculto, lo vivo, lo bello y lo esencial para la continuidad de la vida.

Activa los sentidos y las percepciones claras, permitiéndonos ver/comprender lo que no podemos ver, lo que está en otros planos de conciencia, en otras dimensiones o lo que está oculto.

Da acceso a una comprensión profunda de los reinos y del Principio de la Vida, mostrándonos lo que es fértil y lo que no lo es.

Armoniza el Timo.

Es :

Elevación.
La Quintaesencia del Ser.
La Pureza del Corazón.
El despertar de la belleza interior.
El Ángel de la Tierra.
El Mundo Angélico.
El Cuerpo Arco Iris.
La Sublimación de la Materia.
La Manifestación de lo Divino en la Tierra.
La Sutileza, el Refinamiento.
Los Principios Divinos Padre-Madre, en su nivel más elevado.
El Principio Vital, la Matriz Fértil, en todos los niveles.
La Creación Artística y la Belleza, el artista que hay en nosotros.

El mensaje de lo divino a través del Templo Irisé :

“Eres sublime, eres hija de la Gracia”.

El Templo Iridiscente En el plano espiritual :

 

Ayuda a las personas que construyen puentes entre el mundo espiritual y el nuestro.

Cristo Redentor se encuentra con la Divina Femenina.

Es la Unión Espiritual dentro de uno mismo.

Es el “Mani”, del mantra “Om Mani Padme Om”, el diamante tallado y completado dentro del Ser.

El secreto del Universo reside en nuestro interior, y este templo de cristal nos ayuda a establecer un vínculo con los aspectos más profundos de nosotros mismos, con esa chispa divina.

Ayuda a proteger a los niños y a apoyar su desarrollo. Un auténtico desarrollo espiritual, que les dará el poder y la conciencia de estar unidos con todo.

El Templo del Iris En el plano mental :

 

El templo iridiscente nos permite tomar conciencia de lo que tenemos que decir, desde el lado sensible de nuestro ser.
Ayuda a liberar sentimientos que necesitan ser expresados.
Invita a la comunicación desde esa parte delicada y sensible de nuestro ser, la comunicación desde el corazón.
Puede liberar creencias fijas y devolver el movimiento a patrones de pensamiento antiguos y obsoletos.

El templo iridiscente en el plano emocional :

Libera densidad y cargas emocionales.
Limpia los chakras, permitiéndoles trabajar más eficazmente en nuestro equilibrio y conciencia.
Es el arco iris que une y armoniza los opuestos:

Ayuda a acoger polaridades equilibradas y complementarias, respetando de cada una.

Ayuda a los seres en la manifestación de su elección de polaridad, e incluso puede ayudarles a aceptar una elección de homosexualidad, si ésta permite que se exprese la parte más sensible y auténtica de su ser.

Permite a las mujeres que son demasiado yang hacer las paces con su parte femenina, o a los hombres que son hombres se encuentren con su parte femenina.

El templo iridiscente es muy útil para calmar los choques emocionales profundos.
Utiliza la luz en sus frecuencias más sutiles para transmutar suavemente los choques y permitir que la mente inconsciente retenga sólo la parte de la experiencia que sirvió para desplegar la parte sensible del ser.

El Templo Iridiscente a nivel transgeneracional :

 

Podría ayudar a liberar linajes: secretos, cargas relacionadas con la pérdida de hijos, suicidios, conmociones no resueltas relacionadas con accidentes o pérdidas violentas, o conmociones correspondientes a recuerdos de incesto o violación.

Podemos confiar a su prisma iridiscente, la transmutación en los diferentes planos de nuestro ser, de estos recuerdos familiares y de la culpabilidad ligada a ellos.

El Templo Iridiscente en el plano kármico :

Puede recordarnos conexiones angélicas si las hemos cultivado en otras vidas, o incluso traernos recuerdos lejanos de estados de gracia que ya hemos experimentado con lo divino, en meditación u oración.

Esto nos permite redescubrir el camino hacia lo divino dentro de nosotros mismos.

El templo iridiscente En el plano multidimensional :

Puede reconectarnos con nuestra familia galáctica, o con técnicas de guía cuántica.

La luz iridiscente por sí sola es tecnología de luz galáctica.

El templo iridiscente en el plano físico :

Ayuda a purificar las formas de pensamiento que generan emociones pesadas, que podrían manifestarse en forma de enfermedad en el cuerpo físico.
Entonces invitará a los humanos estériles a desarrollar su potencial creativo, ya sea dando a luz o desarrollando una creación artística o tecnológica útil para la humanidad.

Nos coloca en una burbuja de luz, y puede ayudarnos a pasar desapercibidos o a hacernos “invisibles” cuando es mejor no llamar la atención.

El Templo Irisé a nivel colectivo y relacional :

 

Eleva las relaciones.
Une a las personas.
Facilita la interacción.

Es la expresión del amor y la bondad, así como de las virtudes, situando así las relaciones en círculos virtuosos. También tiene que ver con la creatividad y con sacar a la luz la belleza.

Ayuda en los “reinicios” de las relaciones, al permitirnos superar los “errores” del pasado que hayan podido afectar a la relación.
Nos ayuda a superar nuestros sentimientos de pesadez y juicio hacia los demás, y así ver a los demás bajo una luz diferente.
Al situarnos en un aura de inocencia, puede protegernos de los celos.
Fomenta la visión del corazón.
Nos permite ver con la parte más compasiva de nuestro ser.
Permite que la magia de lo divino magnifique las relaciones y las interacciones.